CATAÑO — En su gestión de apoyar a las comunidades en su proceso de revitalización tras el impacto del huracán María, el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan enfocó sus esfuerzos en atender las necesidades de varias zonas aledañas a la cuenca de este gran ecosistema que transcurre por toda la costa desde Toa Baja hasta Loíza.
En ese proceso, la organización sin fines de lucro trabajó en el apoyo comunitario, la infraestructura, la evaluación ambiental y el análisis de la calidad del agua y el aire. Además, se desarrollaron datos sobre las necesidades de las comunidades entre los que resaltó la importancia de trabajar con el sistema séptico en la Isla.
“Cuando hicimos ese análisis, ahí nos dimos cuenta de por lo menos tres áreas críticas que sobresalían en el área metropolitana. Estás eran Caimito, que es la montaña en San Juan y es donde nace la cuenca hidrográfica del estuario. También nos dimos cuenta que otra crítica era Loíza y Cataño”, explicó la directora ejecutiva del Programa del Estuario, Brenda Torres, en entrevista con EL VOCERO.
Para trabajar en la evaluación de los pozos sépticos y su vaciado, la organización hizo una propuesta a Unidos por Puerto Rico que, además, incluía la conservación del agua y tomaba en cuenta el bienestar social de las comunidades, específicamente Puente Blanco y Juana Matos. Para ello, se les otorgó $103,000.
“El trabajo que se hizo aquí fue un trabajo distinto. Trabajamos en la remoción de escombros, en proveer filtros de agua, entre otras maneras, hasta llegar al punto de evaluar la infraestructura del agua y también identificar un centro comunitario que puede fungir como un centro resiliente, que provee herramientas para que se repongan de un evento atmosférico”, indicó Torres.
Precisamente, el Centro Comunitario de Puente Blanco cuenta con placas solares, entre otras instrumentalidades, para que sirva de centro de servicio y manejo de la comunidad en caso de alguna emergencia.
Soluciones reales a pozos sépticos
El Programa del Estuario de la Bahía de San Juan es parte del Grupo de Trabajo sobre Sistemas Sépticos del Caribe, compuesto por agencias estatales, federales y organizaciones sin fines de lucro, que busca ayudar a hacer los sistemas sépticos más sostenibles y resistentes.
Este grupo ha motivado a las comunidades y organizaciones a fin de lograr soluciones reales para los residentes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos (USVI). Según datos de la EPA, más del 40% de la población en Puerto Rico y el 50% en las USVI depende de los pozos sépticos para desechar aguas residuales domésticas.
Con este proyecto de vaciado de pozos sépticos, 104 casas se beneficiaron, 87 en Juana Matos y 17 en Puente Blanco. Además, se repartieron equipos de conservación de agua para disminuir la presión de agua que reciben esos pozos sépticos.
“Por eso se llama ‘Conservación de Agua’ porque se le da a entender al ciudadano que él también es parte del proceso de manejo de esta situación, porque en la medida en que nosotros conservamos agua, disminuimos el consumo y le ponemos menos presión a esa infraestructura”, sostuvo Torres, quien indicó que para la iniciativa de evaluación de las comunidades contaron con el apoyo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos.
Sobre el rol que tuvo la comunidad en este proyecto, la líder comunitaria de Puente Blanco, Wanda Figueroa, indicó que tuvieron a cargo identificar los residentes que estaban interesados. “Estaban bien contentos con el servicio que se les dio porque más que nada era gratuito. Antes si querías vaciar tu pozo séptico tenías que pagar y a veces te ponían muchos peros porque son calles bien incomodas donde nadie quería entrar”, sostuvo.
Los problemas con los pozos sépticos se agravaron con el huracán María, aunque reconoció que había pasado anteriormente. “Tenemos el problema que aquí se inunda mucho y cada vez que se inunda los pozos sépticos suben de nivel porque el terreno es freático”.
Trabajo en equipo
Por su parte, la líder comunitaria de Puente Blanco, Bernice Sánchez, destacó que “algo que le impactó mucho de este programa y el proyecto fue el compromiso que tuvo el personal de involucrar a la comunidad”.
Asimismo, el líder comunitario de Juana Matos, Pedro Carrión, resaltó que el trabajo de las comunidades es invaluable. “Nosotros estamos aquí resolviendo nuestros problemas. Estamos aquí buscando soluciones a nuestros problemas y para encontrar esas soluciones tenemos que trabajar en conjunto”.
Finalmente, Amarilys García, trabajadora social, resaltó que “el componente de trabajo social es importante en las comunidades porque se pueden identificar necesidades”.
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