Cuenta con 10 años de experiencia como periodista y editora en varios medios del País. También es profesora en la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Estudió un bachillerato y una maestría en la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras.
Bárbara Chiclana lleva más de dos años esperando que el desarrollador que le vendió el terreno donde vive termine las áreas recreativas que les prometió a los propietarios que han comprado solares y construido sus hogares en Combate Village en Cabo Rojo.
“Los anuncios indicaban que iba a haber control de acceso, área recreativa con piscina, área para niños con cancha de baloncesto. La construcción de la entrada se comenzó, es una construcción que tiene muchos vicios, este desarrollador hace un poquito y luego para la construcción porque no les paga a los contratistas o les paga la mitad, y se van. Lo único que está comenzado es la entrada y está deteriorada”, denunció la propietaria.
Chiclana vive en un cámper, puesto que está a la espera de que se terminen los trabajos de la urbanización para poder construir su residencia. No obstante, ha invertido en el lugar, pues construyó una verja y un pozo séptico.
“El año pasado hablamos con un abogado y nos dijo que, aunque no hay una fecha determinada para culminar las áreas recreativas, hay un periodo... razonable para culminar el proyecto, algo que no ha hecho. Este señor miente, no paga, los contratistas le han dejado los trabajos por lo mala paga que es”, insistió.
A las palabras de Chiclana se unió Pedro Silva, quien es contratista y residente del lugar.
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“A él sí yo le hice parte del perímetro de las verjas para cerrar la urbanización. En la primera fase, trabajó muy bien conmigo. Como me habían contado de la manera en que era, yo le hice un contrato bastante fuerte, hasta me dijo ‘por poco me da un infarto’. Le puse unas cláusulas bien fuertes, de que cuando le certificara el trabajo tenía 15 días para pagar, a otras personas yo les doy 30 o 40 días. Me cumplió, cuando se estaba venciendo la fecha, me llamaba y me depositaba”, contó Silva.
Sin embargo, la segunda experiencia no fue igual de buena. El contratista indicó que para el segundo proyecto se tardó en pagarle.
“No obedeció, ya como que había cogido confianza, comencé a hacerle el muro, y pues confié un poco en él, y seguí haciendo el muro y comenzó a darme menos cantidad de lo que le pedía; cuando le pedía $25,000, me daba $15,000. No cumplió como esperaba, pero sí me lo pagó”, mencionó Silva a EL VOCERO.
El contratista agregó que ahora el desarrollador, Víctor Andino, quiere que le haga el área recreativa, que le envió los planos, pero no desea volver a trabajar para él.
“Él había dicho que para Semana Santa se iba a empezar a construir, pero no tenía ni los planos hechos. Ahora es que tiene los planos. Todavía no tiene permisos para construir. Así que está engañando a la gente. Llevamos mucho tiempo esperando. La entrada está horrible. Las palmas se cayeron, se secaron las matas, la construcción está fatal. Eso no fue lo que yo compré. En el afiche se veía espectacular, pero eso no fue lo que compramos”, abundó.
En entrevista con este medio, Andino reconoció que la construcción ha tardado más de lo esperado. Informó que está por someter los planos a aprobación para luego comenzar a construir las áreas recreativas. Afirmó que el trabajo se va a hacer y que no va a tardar más de dos meses.
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“Estamos esperando que terminen unos detalles de las medidas de la piscina. Si me preguntan en qué estatus está, la respuesta es que ya estamos terminando la permisología del área recreativa. Una vez me aprueben, se puede empezar a construir”, sostuvo.
Aseguró que tiene varios contratistas que le van a trabajar el proyecto. Este medio supo que Andino tiene tres querellas en Departamento de Asuntos del Consumidor por incumplimiento de contrato. Sobre esto dijo que “el desarrollador que no tenga querellas en DACO no es desarrollador, porque la gente entiende una cosa y la ley dice otra. Todo proyecto en Puerto Rico tiene querellas en DACO. Yo no le quito la razón a ellos, ellos tienen toda la razón, esto ha sido fuera del tiempo que se supone que estuviera”.
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Cuenta con 10 años de experiencia como periodista y editora en varios medios del País. También es profesora en la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Estudió un bachillerato y una maestría en la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras.