La Hacienda Juanita es una casona cafetalera, ubicada en las laderas de las montañas de Maricao, que data del siglo 19, que fue convertida en una hospedería de 34 habitaciones que evocan la época de los hacendados con un toque moderno de buen gusto.
Maricao renace en cultura y tradición con la celebración de la edición número 42 de la Fiesta del Acabe del Café, los días 16, 17 y 18 de este mes de febrero, en la Plaza de Recreo Luis Muñoz Rivera.
La gran fiesta contará con la música típica de Victoria Sanabria, Andrés Jiménez “El Jíbaro”, Roy Brown, Algareplena, Cantores de Puerto Rico, el Junte de los Hermanos Sanabria, concurso de trovadores, Carly Rivera, Moisés Cancel y muchos otros cantores y músicos puertorriqueños que resaltan los acordes de tradición boricua. También contará con espectáculos para niños y de una feria de artesanías auspiciada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), donde sobresalen talladores de santos y Reyes Magos, joyería de semillas, juguetes tradicionales, mosaicos, cerámica, grabados, orfebrería y otras disciplinas.
Asimismo, estarán presentes los destacados pintores maricaeños Fabián Detrés Justiniano, Melanie Oms y el artista plástico, escultor y pintor Miguel “Micky” Maravik. No pueden ausentarse de tan importante celebración los participantes del Centro de Envejecientes, quienes con su experiencia de vida hacen la mejor Dramatización de la Fiesta del Acabe del Café. ¡A ellos mi aplauso porque mantienen viva la tradición!
Tampoco pueden faltar los tradicionales quioscos con comida típica y bebidas nacionales, la venta de productos agrícolas, plantas ornamentales y, sobre todo, una gama de buen café maricaeño de óptima calidad.
En medio de tanta buena celebración y algarabía habrá un momento de reflexión durante la Misa Jíbara que revive su domingo con las escenas típicas del cafetal, representadas por niños y niñas de las escuelas elementales, acompañados con niños trovadores. Aquí encontrarás personificaciones del agricultor, los cogedores de café, el mayordomo, la comadrona, el trovador, las tejedoras, el billetero, el cargador de agua, el quincallero, el vendedor de verduras y legumbres y las bordadoras, entre otros personajes campesinos. También, en el interior de la Iglesia Católica San Juan Bautista, el visitante puede reflexionar ante la tumba de Monseñor Romualdo Ortiz, quien con su ejemplo de santidad marcó muchas generaciones de maricaeños. La bandera de Puerto Rico adorna el altar como un gesto de unidad como puertorriqueños, de respeto a la tierra donde se nace y se produce el mejor café del mundo.
Este fin de semana el pueblo de Manatí continúa la celebración de sus tradicionales fiestas …
Sobre el origen del evento
La Fiesta del Acabe del Café es una celebración con raíces profundamente cristianas del Siglo 19, en agradecimiento por el final de una abundante cosecha de café, donde tradicionalmente el hacendado ofrecía tres días de fiesta en el glacis de la hacienda a los trabajadores agrícolas y sus familias. Era una fiesta con música de cuerdas en la que resaltaba el cuatro puertorriqueño, trovadores de todas las comarcas, pasteles hirviendo en latones de manteca, variedad de viandas cultivadas en la finca, arroz con gandules frescos cosechados en los bateyes de las comadres, lechón asado a leña y carbón natural. No podía faltar un buen palo de pitorro bien cura’o con frutas, raíz de maguey y otros secretos. Y en las mañanas, harina con bacalao guisado, y café negro humeante.
Entre el amanecer y anochecer de un nuevo día, de pitirre a rana, continuaba la fiesta del acabe con lúcidas peleas de gallos rubios, cenizos, pintos, giros, camagüeyes o gallinos acompañados con buena música e improvisaciones entre los competidores. Un pico a pico de galleros trovadores, hombres pobres y humildes pero ricos en caballerosidad. Mientras otros llegaban en cabalgatas desde haciendas más lejanas. Jíbaros sanos y humildes de noble corazón. Gente buena.
En Maricao, oficialmente esta fiesta cultural de alcance internacional surgió como iniciativa del fenecido alcalde Vicente Bayrón Vélez, en el año de 1979. Vélez convirtió la plaza de recreo en la gran Hacienda Maricao, llenando de alegría a todo el pueblo y superando ideologías políticas y religiosas. Las generaciones de maricaeños están orgulloso de la fiesta típica y llevan esta emoción al mundo. Por algún tiempo, la fiesta fue comercializada, pero hoy, con el apoyo de la comunidad y la actual administración municipal, se retomó la ruta cultural y la tradición regresó con su espíritu genuino y renovado al lugar de donde jamás debió haber salido: el glacis de la Gran Hacienda Maricao.
Recorrido con sabor a café
Una visita al pueblo de Maricao, fundado el 1 de abril de 1874, es un encuentro obligado con la sabiduría de la madre naturaleza, donde la biodiversidad multiplica sus alternativas hacia una calidad de vida que extrañan los habitantes en las grandes ciudades. Para muchas familias, es un reencuentro con la diáspora. Familias que regresan principalmente desde los Estados Unidos a respirar aire puro, a compartir con sus amigos de siempre, a recordar cada instante de alegría y a revivir lo vivido. Aquí destaco a la Familia Izquierdo Torres, que aprovecha para viajar como un equipo a disfrutar estas fiestas y recorrer cada espacio del sector Pueblo Nuevo donde vivieron felizmente y amaron la vida.
Para deleitar el buen café maricaeño hay variedad de producciones como, El Mañanero producido por la Familia Miró, un café fuerte cultivado en la zona, entre los barrios Bucarabones e Indiera Baja. También, Café Colarte, una versión de café de primera, estilo gourmet de gran aroma y sabor. Es una muestra exquisita elaborada por un Maestro Tostador para el gusto del paladar puertorriqueño. El Café 787 forma parte de un estratégico Coffee Shop en medio del cafetal en el sector Los Sapos del barrio Indiera Baja, donde el riachuelo y la brisa fresca bordean el lugar. Una visita obligada a un espacio agroturístico innovador. Su mercadeo de harina y café en grano se realiza mayormente a través de la internet, pero en el local puedes disfrutar de sus especialidades de café recién colado.
Por muchos años, la calle Tetuán del Viejo San Juan —que se extiende desde el Teatro Tapia, …
Café Don Chago, es una fórmula perfectamente equilibrada en aroma, textura y sabor que rinde homenaje a don Santiago Giovanetti Giovanetti, un caficultor de machete en mano, de esos que sabían hacerle el moño al saco. En la década de 1970 lideró las siembras de café a pleno sol Café Mari Kao, un innovador proyecto de café tostado a mano de manera artesanal por la agrónoma Jacqueline Torres y su familia; Café Doña Patria, un aromático café puro maricaeño producido y elaborado en la Hacienda Piereschi en edición limitada dedicado a la memoria de una mujer muy humilde, ama de casa, madre y recogedora de café. Representante de una generación de trabajadores de la agricultura que aprendieron a trillar café desde muy jóvenes. Café Delicias, un café de primera clase 100% puertorriqueño cultivado y cosechado a 2,000 pies de altura sobre el nivel del mar, elaborado por Nubito Rullán, líder de una generación de jóvenes agricultores comprometidos en cuerpo y alma con el desarrollo de la agricultura en la montaña.
Maricao tiene historia de buen café. La casa comercial más antigua de café en Puerto Rico estuvo establecida en Maricao, para el año de 1898. Desde donde se exportaba café hasta para el Vaticano.
A estas fórmulas ganadoras de aroma y sabor se añaden las exquisitas Galletas Kenny, de un microempresario maricaeño que creó exitosamente galletas de casco para la venta en escala comercial. ¡Sabrosas!
Maricao celebra la Fiesta del Acabe del Café con alegría porque, aunque la cosecha de café no fue la más abundante, la fe, la esperanza y la caridad multiplican en nuestros corazones.