Quien no ha visto Granada, no ha visto nada...

Lugares para descubrir en el centro de la ciudad

Volviendo a mi visita a Granada sin Alhambra, verdaderamente hay mucho para ver y disfrutar de esta hermosa provincia, especialmente en el centro de la ciudad, donde se concentra la acción, gracias en parte, a la energía de los miles de estudiantes que allí viven gracias a que la Universidad de Granada tiene varias facultades localizadas en pleno corazón de la ciudad. Entonces, el ambiente vibrante aquí, lo aportan los jóvenes universitarios, además de los turistas, la convivencia con los locales que también tienen su gran espacio aquí, así como los bares, cafés, restaurantes, lugares históricos, galerías de arte y los museos disponibles para el disfrute de todos.

A Granada puedes llegar por avión con conexión en el aeropuerto de Barajas, en Madrid; así como, por autobús o por tren. Lo ideal es llegar con euros, porque en el aeropuerto local no será fácil cambiar dinero, especialmente si llegas durante horas de la mañana. Aunque el lugar es atendido por taxistas y también cuentan con un autobús que sale y llega al aeropuerto, opté por moverme en Uber desde allí hasta el centro de la ciudad.

El tema del hospedaje es bastante fácil en Granada para el turista, porque tienen disponible muchas opciones, desde hostales, apartamentos para rentar, hoteles ‘boutique’, casuales y otros de alto nivel. Eso sí, dependiendo del momento del año que decidas visitar esta provincia —especialmente su centro—, dependerá la anticipación con la que deberás separar tu hospedaje. Si decides hacerlo durante el verano (especialmente el mes de agosto) o la Semana Santa, te recomiendo que organices tu estadía con tiempo, porque la ciudad se llena de locales, visitantes de toda España y turistas internacionales. Aquí los actos religiosos de la Semana Mayor son muy populares, después de todo, recuerda que Granada fue el último bastión musulmán en rendirse ante las fuerzas cristianas, consolidando así la unificación del territorio español bajo la corona de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón). De hecho, los restos mortales de ambos monarcas descansan en la Capilla Real en pleno centro de la ciudad.

Encontrar un hotel ‘boutique’ a buen precio, calidad y ubicación para hospedarme en la Gran Vía de Colón fue sencillo. Esta avenida principal y la calle Reyes Católicos son las dos mejores opciones si visitas la ciudad por primera vez, como fue mi caso, porque estarás a pasos de la movida nocturna y lugares históricos para visitar.

A pasos de mi hotel, pude encontrar la hermosa Catedral de Granada, que es considerada una de las obras cumbres del renacimiento español. Su ubicación es increíble, porque la encuentras entre los callejones del centro de la ciudad, como tesoro escondido. Por fuera es bonita, pero su interior es deslumbrante porque, además de sus más de 10 capillas (entre principales y secundarias), están: la Capilla Mayor con su impresionante altar mayor; el Retablo Mayor, tallado en madera y con pinturas de distintas escenas religiosas que es considerado otra obra maestra del renacimiento español; el impresionante órgano que ubica muy cerquita de la Capilla Mayor; la obras de arte y esculturas de arte sacro que protagonizan la sacristía; un hermoso patio de los naranjos (árbol emblemático de toda Andalucía); y la hermosa Capilla Real donde descansan los restos de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón; y de Juana I de Castilla (hija de los Reyes Católicos), y su esposo, Felipe I de Castilla (Felipe el Hermoso).

Sin temor a dudas, debes llegar a la catedral con tiempo para disfrutar toda la belleza que tiene para observar, y quedarte allí un mínimo de dos o tres horas. La belleza de cada detalle allí es fascinante porque denota la intensión de sus gestores de agradar a Dios (religión católica). Es importante que sepas que no puedes entrar a la Capilla Real desde el interior de la Catedral de Granada, su entrada es por uno de los laterales y tiene un costo aparte, pero es razonable. Eso sí, no te permitirán tomar ni una sola foto, así que ni intentes sacar el celular.

Además de la belleza de la catedral, en Granada —provincia que también es cuna del poeta y dramaturgo Federico García Lorca— se encuentra El barrio del Albaicín, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es hermoso, pintoresco y muy antiguo. En este punto, te recomiendo que tengas a la mano un boleto del Granada City Tour, porque es la manera más fácil y una de las más económicas de conocer el centro de la ciudad en uno o dos días.

Lo acertado de este autobús turístico con audioguía (que no necesariamente se escuchará bien a menos que llegues con buenos audífonos) es que te ofrece 13 paradas estratégicas para que conozcas la ciudad, con la opción de que puedes subir y bajar en cualquier parada. Se supone que pasan por los puntos de interés tan seguido como entre 20 a 30 minutos, pero, obviamente, eso puede verse afectado si la ciudad está muy concurrida de visitantes. Durante la travesía del autobús podrás conocer El Generalife y Alhambra (desde afuera, y su interior si eres uno de los afortunados en tener entradas), la Puerta de la Justicia, la Cuesta de Gomérez, la Plaza Nueva, el Paseo de los Tristes (al lado del río Darro y desde donde disfrutarás de unas vistas espectaculares hacia las murallas de Alhambra), la Plaza Mirador de San Cristóbal en Albaicín, Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción “La Cartuja” (Monasterio Carmelita, y ejemplo de la arquitectura barroca española), la Plaza de Toros de Granada, la Plaza Romanilla con catedral y su plaza, el Monasterio de San Jerónimo (construido en el siglo XVI y otro ejemplo del estilo renacentista español), y las calles Alhóndiga y la calle Molinos, entre otros.

Un poco de su gastronomía

Estar de visita en Granada y no hablar de su gastronomía es imposible. El lugar es famoso por su tradición de servir tapas gratis al comprar una cerveza, y es importante destacar que muchos lugares te sirven lo que reconocemos aquí los boricuas como “aperitivo” (por su tamaño). Eso sí, puede que si captan que eres turista como me sucedió en el primer lugar que llegué a comer (uno muy turístico), se olviden de la tapa si no la reclamas.

No te pierdas probar el “pionono”, un pastelito dulce típico de la región, y la “tortilla española”, claro está y el “alpujarreño”, que es un plato con jamón, chorizo, morcilla, huevo y papas. Lugares para comer que recomiendo son Los Manueles, no te asustes si está lleno porque su servicio es muy rápido y existen varios restaurantes de estos por todo el centro de Granada (a lo franquicia), Papas Elvira excelente opción vegana y vegetariana, es pequeño, pero su comida es muy buena, y EntreRaíces en Realejo, sienta un poco más de 20 comensales y es atendido por los dueños del lugar, el matrimonio compuesto por Yaris y Matías.

Aunque Entreraíces no es del todo cocina española, porque ofrecen cocina chilena-venezolana, el lugar se convierte en el oasis de muchos amantes del buen comer por la buena comida, la frescura y las porciones que sirven, en excelente relación precio-calidad-porción.

Platos que valen la pena disfrutar en Entreraíces son: arepas venezolanas, con carne de pollo o res mechada y "huevo perico"; el plato  Entreraíces que sirven con carne de pollo o res mechada, arroz blanco, habichuelas (caraotas)  negras guisadas, aguacate, maduros o amarillitos fritos que es muy sabroso. Si no estás en la de comer mucho, te recomiendo las ensaladas que hacen con atún y variedad de lechugas, tomate, espárragos, aguacate, en fin... que tienen variedad y las preparan al momento. Otros platos más fuertes que puedes disfrutar aquí -además del especial del día- son las albóndigas caseras, el solomillo de cerdo en salsa de pimienta o de Roquefort y los  camarones en su crema; pero si estás en las de "tapear" o estar de aperitivos aquí comes perfectamente desde el pulpo a la gallega, hummus casero de garbanzos, las tostadas de pan de masa madre con: tomate, queso mozzarella y toque de aceite de oliva; con anchoas, aguacate y cebollino; con salmón, toque de salsa tártara, pepinillo y huevo; o con jamón con aguacate y aceite de oliva.

El encanto de Entreraíces, además de su cocina bien hecha, es el buen servicio y trato que recibes de sus dueños, porque te hacen sentir como en casa; y te aseguro, que una vez  regreses a comer al lugar -porque créeme que lo harás-, notarás que las personas que viste durante tu primera visita, también repiten su visita al igual que tú. "Hombre... pues no se diga más".