De pronto intercede la tos, la resequedad en la lengua, el sudor en las manos y el nudo en la garganta cuando las palabras no quieren salir. El cerebro responde en modo supervivencia al repasar, en voz alta, el detonante de la herida que aún sigue curando.
A Laura Hernández le tomó por sorpresa la respuesta de su cuerpo ante una memoria que ya estaba escrita. Hace un año y medio se paró frente al micrófono para narrar su libro De prisión a la libertad. La periodista fue arrestada en 2002 en República Dominicana junto a su entonces esposo, Marcos Irizarry, y otras cinco personas, por cargos de narcotráfico. Fue sentenciada en 2003 a siete años de prisión. Fue liberada en agosto de 2005, tras el tribunal acoger una serie de apelaciones, que fueron sumadas a su buena conducta.
En el texto publicado en 2016, retrata su experiencia en una de las peores cárceles de América, pero faltaba por contar desde un lugar más sano, con nuevas piezas en el rompecabezas tras la confesión del propio Irizarry. Por eso decidió grabar el audiolibro Libre: en cuerpo y alma, una extensión de la historia.
“Por mucho tiempo sentí que gritaba y nadie me oía. Por mucho tiempo me sentí ignorada. Pienso que la justicia tiene su tiempo. Y ese tiempo llegó. Llegó porque yo me pude reinventar, evolucioné. No me gusta usar la palabra superación. Yo he evolucionado”, expresó Hernández, a quien le tomó más de una década apalabrar su experiencia en prisión.
“Fui víctima no solamente de haber estado presa injustamente en República Dominicana, sino que estuve presa de una relación de maltrato, de abuso físico y emocional… Me reduje, me minimicé para dejarlo entrar a él. Porque si yo brillaba, era un problema. Si yo era yo, él me quería aplastar. Y ahora mismo me tiemblan las manos”, reconoció Hernández.
Pero la comunicadora, que resaltó a principios del milenio como reportera y presentadora en canales locales, también insiste en que, aunque “lo perdí todo”, su madre Amelia Pérez Guzmán fue el sostén, así como el apoyo de sus amigas.
“Con todo el daño que pude haber recibido, fueron más los abrazos, los besos, fueron más los te quiero, fueron más las visitas de los puertorriqueños, miles y miles que me visitaron a decirme ‘creo en ti’, ‘confío en ti’, ‘te espero en tu Isla’, ‘te queremos de regreso.’ Y eso me sostuvo en la tormenta”, revivió emocionada.
Libre en cuerpo y alma, que se divide en unos 17 capítulos, incluye un podcast con las experiencias de los seres que la acompañaron en su proceso en la cárcel.
El camino “ahora sí puedo narrarlo sabiendo lo que estoy diciendo”, aseguró.
“Si puedo salvar una vida con este libro”... ya mi propósito está cumplido”, precisó.
Jorge J. Colberg Toro, profesor universitario y exlegislador
Centrada en la estabilidad
Luego de su salida de la prisión, la autora regresó a la televisión. Se ha especializado por más de una década en la desintoxicación intestinal con la clínica True Colon Hydrotherapy en San Juan y el estado de la Florida.
Por el momento “no quiero dejar lo que ya he construido y mi estabilidad por algo efímero, por algo que no sea estable. Si yo tuviera una estabilidad de algo que fuera en la televisión, claro que volvería, pero me tengo que sentir segura, estable, tranquila”, compartió a EL VOCERO en torno a sus prioridades.
Además, señaló que “ya no necesitas estar en un canal de televisión, puedes hacer el mismo programa en YouTube, hacer tu podcast. Yo me voy dirigiendo por ahí y por eso es este audiolibro, por eso tiene podcast. Me voy por esta línea en donde yo voy a controlar lo que yo quiero hacer, lo que yo quiero decir con quién, cómo, cuándo, dónde”, elaboró.
Hernández espera concretar un proyecto en mente, pero que entiende debe afinar “un poquito más”.
Libre: en cuerpo y alma está disponible en Amazon, Audible y Kindle.
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