La fiscal Yolanda Morales Ramos se mostró confiada en que logrará presentar evidencia suficiente para lograr un dictamen de causa probable para arresto en contra los seis agentes involucrados en la intervención policiaca que resultó en la muerte del adolescente Javier Antonio Cordero Nevárez.
“Vamos a comenzar el procedimiento de la vista en alzada. Vamos a presentar toda la prueba pericial de forma testimonial no solamente de forma documental cómo se hizo en el procedimiento anterior. Hemos cambiado de estrategia, aunque la prueba es la misma”, comentó Morales Ramos.
La vista en alzada de etapa de Regla 6 se llevará a cabo en la sala 201 del Centro Judicial de Caguas debido a que el tribunal de San Juan continúa cerrado debido a las labores de limpieza y mantenimiento necesarias en la instalación tras un fuego que se desató a consecuencia de un cortocircuito.
Morales Ramos anunció la determinación de recurrir en alzada en contra de los agentes luego de que el pasado 17 de abril la jueza Iraida Rodríguez no encontró prueba suficiente para arrestar a los seis policías imputados.
El sexteto fue identificado como: Giovanny Santiago Avilés, Roseanne Ruiz Cisneros, Félix Ahmed De Jesús Abreu, Luis Enrique Vélez Mari, Kelvin Omar Meléndez Monsegur y Paola M. Farías Santiago.
La primera vista de Regla 6 se extendió por más de cinco horas y contó con dos testimonios presenciales: la oficial a cargo de la pesquisa del caso y la madre del joven, Sheila Nevárez, quien salió llorando de la sala 907, donde se llevó a cabo la vista.
Cada uno de los agentes fue imputado poner en riesgo la seguridad al disparar en un lugar público y por apuntar y disparar, sin embargo, una de las oficiales Ruiz Cisneros enfrenta un cargo por asesinato en primer grado.
Mientras que en contra de los agentes Santiago Avilés, de Jesús Abreu y Vélez Mari se presentó un cargo criminal por tentativa de asesinato.
Morales Ramos sostuvo que, en su primer intento por encauzar a los uniformados, el Ministerio Público presentó “prueba más allá del estándar requerido en esta etapa de los procedimientos”.
Cordero Nevárez, de 16 años de edad, falleció luego de recibir 15 balazos presuntamente a manos de agentes de la Uniformada que se alega intentaban intervenir porque conducía una guagua supuestamente hurtada en Carolina y que se alega dispararon en más de 60 ocasiones.
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