La organización Esperanza para la Vejez y el programa Sugar Free Living honraron a decenas de abuelos por su labor voluntaria con la educación de niños y jóvenes. >Suministrada
La organización Esperanza para la Vejez y el programa Sugar Free Living honraron a decenas de abuelos por su labor voluntaria con la educación de niños y jóvenes. >Suministrada
El voluntariado es un elemento clave en la participación e implicación de la ciudadanía para mejorar la sociedad. Además, juega un papel importante en la construcción de comunidades resilientes, así como en la formación de valores en las nuevas generaciones.
Por esta razón, la organización Esperanza para la Vejez y Sugar Free Living —la primera compañía de servicios recreativos para adultos mayores en Puerto Rico—, realizaron en Bayamón un reconocimiento a la labor que realiza un nutrido grupo del Programa de Abuelos Adoptivos.
El propósito de la iniciativa es brindar la oportunidad a personas de 55 años o más de apoyar a niños y jóvenes con necesidades académicas.
“Este programa me ha servido para continuar dentro de la escuela (Rexville elemental) y trabajar con estudiantes de segundo grado”, narró el maestro retirado José Santos Rodríguez, de 67 años, quien trabajó en el sistema de enseñanza pública por 30 años y ha continuado contribuyendo en el aprendizaje de las nuevas generaciones.
“Este programa me ha cambiado la visión. Ahora aprovecho (y les enseño) la lectura por minuto. Les doy un tiempo a los estudiantes, un minuto para la lectura y ellos alcanzan unas metas, por ejemplo, de llegar a 120 palabras por minuto”, explicó a EL VOCERO.
Asimismo, Carmen Alicea Ocasio, de 77 años, también habló sobre cómo este programa ha impactado para bien su diario vivir. Y es que actualmente ofrece labor voluntaria en un Head Start de Bayamón.
“Sé que todos necesitamos mucho, pero especialmente los niños y los niños para mí lo son todo y por eso me decidí a escribir esos mensajitos. Tengo tres nietos. Hace tiempo que no los veo porque viven en Estados Unidos, pero tengo muchos nietos en el Head Start”, expresó a este diario.
En tanto, Lucy S. Medina, directora del Programa de Abuelos Adoptivos de Esperanza para la Vejez, indicó que “es un puente de amor que une generaciones. Por un lado están los abuelos que con su sabiduría y paciencia brindan la ayuda necesaria a los niños y jóvenes que atienden, y estos a su vez ofrecen una razón de vida, afecto y compañía a los abuelos, añadiendo vida a sus años”.
55 años de historia
De igual forma, Roxana L. Feliciano Feliú, fundadora de Sugar Free Living, expresó que este programa ha existido por los pasados 55 años y ha logrado desarrollar vínculos intergeneracionales muy especiales. Bajo el lema Los voluntarios construyen comunidades resiliente, “hoy reconocemos a cerca de 100 adultos mayores por su dedicación y empatía”, sostuvo.
Los voluntarios del programa ofrecieron 20 horas semanales de ayuda individual a cada nieto adoptivo, según la necesidad académica que tuviesen. El pasado año se beneficiaron 176 abuelos que ofrecieron 183,744 horas de servicios directos a 1,100 estudiantes.
El Programa de Abuelos Adoptivos es parte de los Senior Corps de la agencia Corporation for Nation & Community Service, cuyo objetivo es promover el voluntariado para empoderar a las comunidades. El programa permanece abierto para el registro de voluntarios interesados en ofrecer sus servicios.
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