Un juez colombiano ordenó el viernes la captura de un estadounidense presuntamente implicado en un caso de explotación sexual de menores en Medellín que ha causado indignación en el país andino, informó la fiscalía.
Un hombre de 36 años proveniente de Fort Lauderdale, Florida, fue hallado el 28 de marzo en un hotel en compañía de dos menores de edad de 12 y 13 años en “estado de indefensión”, indicó la policía tras ser alertada por un ciudadano.
El sospechoso fue trasladado a un centro policial donde permaneció por 12 horas y luego fue liberado, por lo que logró viajar de nuevo a su país natal. La Procuraduría, encargada de las investigaciones disciplinarias contra funcionarios, investiga si hubo irregularidades en el procedimiento, dado que el hombre fue dejado en libertad sin la debida judicialización.
La fiscalía pidió al juez una orden de captura por presuntas conductas delictivas relacionadas con inducción a prácticas sexuales con dos menores de edad y avanza en los trámites para que se solicite a la Interpol la expedición de circular azul, usada para localizar internacionalmente, en contra del sospechoso.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró el miércoles que el gobierno pedirá en extradición a Estados Unidos al “pedófilo del hotel de Medellín”, así como un informe a las autoridades nacionales en el que se explique por qué “logró huir y cuál es su nombre”.
Ese mismo día, el gobierno de Estados Unidos ofreció colaborar activamente con el gobierno colombiano para combatir “todas las formas de delitos de explotación y apoyar a las víctimas”, señaló la Embajada en Bogotá en su cuenta de X, antes Twitter, sin hacer alusión explícita al caso de Medellín.
Medellín recibió el año pasado 1.4 millones de turistas, una cifra récord. Un auge que también ha traído otros fenómenos como la explotación sexual a mujeres y menores, el consumo de drogas y la muerte de turistas extranjeros en extrañas circunstancias, algunos luego de contactar mujeres por plataformas digitales.
A raíz del caso, el alcalde de Medellín restringió desde el lunes la demanda de servicios sexuales —que no están penalizados ni tampoco regulados en Colombia— en el punto más famoso de la vida nocturna en la ciudad, en un intento por evitar la explotación sexual comercial infantil.
Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que vela por la niñez, saludó el viernes la orden de captura emitida: “La niñez no es un juguete de nacionales ni extranjeros”, indicó desde X. Aseguró que en una reunión sostenida con la Embajada estadounidense, “expresaron toda la colaboración para los pasos que siguen”.
Recibe más información sobre esta y otras noticias. Pulsa aquí si eres usuario de Android o de iPhone.
